36 horas de muerte y silencio
La matanza comenzó a las seis de la tarde del jueves 16 de septiembre de 1982, cuando el ejército israelí facilitó el ingreso de más de 300 elementos de las milicias derechistas, Fuerzas Libanesas, al área de los campamentos de Sabra y Chatila en una operación que, según alegara más tarde Tel-Aviv, pretendía eliminar unos dos mil combatientes palestinos que Arafat había dejado atrás en los campamentos de refugiados. Esos alegatos eran totalmente infundados.
La masacre prosiguió hasta las ocho de la mañana del sábado 18 de septiembre, o sea más de 36 horas de asesinatos en medio del total, absoluto y hermético silencio de Israel.
Después de 28 años aún se mantiene la incógnita en torno al número exacto de víctimas civiles de aquella matanza y lo más probable es que nunca se sepa, ya que los estimados de los aparatos israelíes de inteligencia militar calculan una cifra de entre 700 a 800 palestinos ultimados durante la criminal acción. Mientras fuentes palestinas estiman la muerte de varios miles, entre ellos niños, mujeres, incluso embarazadas, y ancianos que fueron vejados de las peores maneras y algunos apuñalados, pasados por las bayonetas y destrozados antes o después de ser asesinados
Fuente: http://www.youtube.com/watch?v=2-A9tFn8VV4
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