En un bombardeo Udai perdió la casa en la que vivía junto a sus ocho hermanos y sus padres. También la fábrica de helados gracias a la que subsistían. Desde 2011, es la tercera vivienda que le desaparece bajo las bombas israelíes, además de haber visto cómo un proyectil mataba a su hermano y a su tío en plena
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